Visita de Juan Alberto y Coco, durante la cual nos fuimos a Turín (a casa de Andrea) y estuvimos en una macro fiesta de Hallowen en la que solo había pibones (no es la fiesta de la foto, que ya me huelo los comentarios, en la foto estamos en la prefiesta), una verdadera locura. (Se os espera otra vez por estos lares).Visita de los colegas informáticos de mi compi de piso (Kike) que provenían de Roma, Copenhague, Berna y Praha, además también vinieron amigos de los becarios de la oficina que estaban en Berlín y Praha, asique se juntaron en mi casa ciento y la madre, un fin de semana muy movido.
Durante ese fin de semana también salí con Giacomo el sábado, fue una noche muy rara durante la cual bebimos en su casa (nada raro) y luego fuimos a una discoteca que se encuentra a las afueras de Milán, al llegar la fila era enorme y no se movía, por lo que decidimos que teníamos que “scavalcare”, es decir, saltar el muro (los muros porque eran 2). En el primer intento, ambos borrachísimos con una botella de ron y unos globitos que llevábamos para hacer el payaso (cosa que se nos da bastante bien), Giacomo me dijo: oye, ayúdame a subir tu, que soy más ligero y una vez arriba te ayudo yo, y me pareció una idea cojonuda, asique tras descojonarnos unas cuantas veces porque no éramos capaz ni de pasar los globitos a la otra parte conseguimos que se subiera a lo alto del muro, pero claro, el “gordo” (yo) quedaba debajo y Giacomo obviamente no podía conmigo desde arriba, asique tras varios intentos, decidimos volver a la cola.
De nuevo en el mismo sitio y de nuevo en la misma situación, pero más borrachos, la cola no se movía por lo que tras varias deliberaciones decidimos intentarlo de nuevo, pero esta vez sería yo el primero a subirme al muro y una vez arriba le ayudaba yo. Y así fue (más o menos), porque una vez que me encuentro arriba, no sin mucho esfuerzo y muchas risas de por medio, vemos como era muy difícil hacerle subir, de hecho, pedimos ayuda a unos que pasaban por ahí y no nos hicieron ni p… caso, por lo que decidimos intentarlo de nuevo, pero esta vez me agarraría de las dos manos, porque así era más fácil que yo lo elevara y llegara al borde del muro, y efectivamente así fue, lo único que una vez que se encontró a mi altura nos dimos cuenta de que no podía soltarlo, porque se caía y si tiraba de él aún más hacia mí, los dos nos dábamos una hostia guapísima hacia el otro lado, por lo que allí estábamos, los dos súper borrachos en lo alto de un muro uno y el otro al otro lado agarrados de la mano sin poder llegar a nuestro objetivo, obviamente nos empezamos a descojonar ante tal situación, por lo que lo tuve que dejar en el suelo y al final nos fuimos a otra discoteca en la que no había tanta cola, en fin, que somos lo peor.
Bueno, otra vez me ha pasado lo mismo, no quería hablar mucho y me he enrollado, por lo que dejaré lo más reciente para otros días.
Por cierto, no me olvido de las fotos, estoy trabajando en ello, espero ir maqueando poco a poco este blog.
Por último quisiera expresar mi más sincero amor-odio hacia mi gran amigo Antonio, de donde recibo unas críticas feroces por el hecho de haber creado este blog, Antoñito, ¡eres un CABRÓN!
