Bueno, esta es la última entrada en la que hablo de mi viaje a Brasil, la verdad es que ya me vale, he tardado más de un mes en subir todo, pero bueno, AL TUN TUN.
Cuando llegamos de Rio a Sao Paolo, nos fuimos a cenar a un garito que estaba muy bien, donde tenían multitud de marcas de Cachasa y bueno, pues cayó alguna, y de ahí nos fuimos a un garito donde tocaban en directo, reincido en que son muy buenos tocando música y bailando los brasileños.
Lo bueno de esta noche ocurrió al volver. Como es costumbre, nos pillamos un taxi, pero lo curioso era que cuando lo cogimos, la taxista (si, era una mujer y mayor) estaba to sopa, de hecho la despertamos nosotros, y nos dijo que sin problemas, que nos llevaba. Sin problemas??? Hija de …., estuvo tol viaje sobándose, que tenía que hablar para que se desperezara y aun así me miraba como con mala hostia por desvelarla, que risa la verdad, porque no hubo sensación de peligro, ya que cada vez que cerraba los ojos chillaba y se medio recomponía, pero la verdad es que era para darla dos hostias.
Bueno, al dia siguiente (nuestro último día) nos fuimos a ver el edificio Italia, que es uno de los más altos de Sao Paolo e hicimos una fotos chulísimas.
Y nada, pues esto fue el viaje a Brasil, quizás el que más me ha impresionado de todos los que he hecho, gracias en gran medida a Lara, que fue una grandísima anfitriona.
Hasta luego (o como parecía que decían en Brasil: hazteloco”)