VARSOVIA

Hola a tod@s!!!!!

En esta entrada os contaré el último viaje que hice, fue el finde pasado a Varsovia (tenía que volver a ver a Imanol sólo una semana después de Budapest) y la verdad es que fue un viaje en el que me lo pasé muy bien, pero empezó, muy muy mal.

El hecho es que reservé el vuelo un mes y pico antes de que saliera el vuelo y unas dos semanas antes de la fecha de ida me mandan un mail los de volareweb (cabrones, hijos de p..a, ladrones,…) y me dicen que por motivos técnicos me lo anulan pero que me devolverán el dinero menos los gastos de administración, pues resulta que tras llamarlos a un número que costaba casi un euro el minuto y mandar varios mails sin respuesta, me dicen que tardarán unos 60 días en devolverme la pasta, en fin…

Raúl también iba a Varsovia con Virgi, pero en otra compañía la ida, por lo que no se lo anularon, pero resulta que al final Virgi no puede ir y cambiamos el titular del billete, pero cuando vamos a cambiar el billete de vuelta, también con volareweb, Raúl se da cuenta de que lo han cancelado también y no se lo habían notificado (cabrones, hijos de p...a, ladrones,…) y esto lo estábamos haciendo un día antes de salir hacia Varsovia, por lo que un estress de cojones,porque teníamos billete de ida pero no de vuelta, y no nos molaba la idea de quedarnos allí, asique rápido conseguí encontrar un billete de vuelta a las siete de la mañana a Bologna, y eso hicimos.

Pero ahí no quedó la cosa, ya que para el billete de tren también tuvimos problemas (ya que en Italia también hacen el puente de la Inmaculada, en Milán que son más chulos de Santo Ambrogio) y también al coger el autobús hacia el aeropuerto de Orio al Serio.

Bueno, pues el viaje en avión no fue menos curioso, ya que mientras estábamos bromeando Raúl y yo sobre el idioma en el que estaban escritos los carteles del avión, el hombre que estaba sentado al lado nuestro nos dijo en perfecto castellano que era húngaro, pero que él era polaco, le empezamos a preguntar que cómo hablaba así de bien y nos comentó que su padre estudió en Sevilla y que se enamoró de la ciudad, por lo que él desde pequeño tenía cuadros y posters de Sevilla en su habitación y oía todo el día la música española que ponía su padre, Camarón entre otros.

Tras dos horas de charla, cuando estamos saliendo del avión, vemos como saca una funda de guitarra del portaequipajes y le preguntamos que si es músico (antes nos comentó que viajaba mucho por trabajo) y nos dice que si, por lo que le preguntamos qué tipo de música hace y nos dice que adivinemos, Rock? … NO, Pop? … NO, es una guitarra eléctrica?... NO, española?...SI, y empiezo a oír a Raúl que era el que le preguntaba “no puede ser, tocas flamenco” y el “SI”, y oigo como Raúl repite varias veces ese “no puede ser”.

Pues así era, era un tipo que se hacía llamar Miguel, (en polaco algo parecido pero impronunciable) y que venía de Italia de hacer un concierto en un auditorio de 400 personas y de grabar para la RAI. Nos dijo que en España ya vendía discos en el Corte Inglés pero que estaba buscando un distribuidor en Italia, por lo que Raúl le ofreció ayuda (ya que él es becario de industrias culturales en la Oficina), así que Miguel nos enseñó un video musical suyo que tenía en el móvil y nos dijo como se llamaba el disco INDIALUCIA, un disco de fusión del flamenco con música india, muy chulo la verdad. Podéis escuchar parte del disco en http://www.indialucia.com/ y ver el videoclip que nos enseñó en http://www.youtube.com/watch?v=7xx7JFOuacU a mí me ha gustado bastante.

Bueno, pues la odisea de viaje a tierras flamencas (polacas), no termina ahí, nada más llegar nos acoge Imanol en su casa, que es la de Jara también (becaria Pipe de Varsovia) y nos vamos a tomar unas birras, todo muy guapo hasta que me doy cuenta de que he perdido la cartera con todo (60 pavos, DNI, bono transporte, tarjeta de crédito,…), asique un lio que te cagas, a buscar por todos lados, llamando a la compañía de taxi, preguntando a los camareros si lo habían visto, llamando a mi hermana para ver cómo podía anular la tarjeta… en fin, un lio.

A parte de esto, la noche estuvo muy entretenida, nos fuimos a cenar a un restaurante en el que mientras comías 2 tipos tocaban canciones populares con un acordeón y un violín, por lo que Raúl se animó y empezó a dar unos gritos tiroleses muy, pero que muy divertidos.

Tras la cena nos fuimos a casa de unos amigos de Imanol y después a un garito donde ponían mogollón de música española y donde coincidimos con varios jugadores del Legia de Varsovia, entre los que se encontraba Iñaki Descarga, famoso últimamente por los casos de amaños de partidos sacados a la luz (no veáis que pedo llevaba el pieza). En el mismo garito se encontraba Daimiel, al que yo no reconocí, pero Raúl que es un friki de la NBA, pues lo reconoció al instante, una pena que no nos hiciéramos una foto con él.

Al terminar la noche cogimos un taxi, que nos llevó a casa, pero Raúl e Imanol se quedaron dormidos, por lo que cuando llegamos el taxista me dijo algo en polaco que no entendí, pero que me suponía que era algo como ya hemos llegado son “x” Zlotis, ante esto me dispuse a despertar a los otros dos que incluso estaban roncando, Raúl se despierta a la primera, pero el cabroncete de Imanol era imposible, por lo que empecé a zarandearle mientras le decía que se levantara que estábamos en un taxi, a lo que él me responde sin abrir los ojos y todo sopa que estábamos en un autobús (juas!), mientras Raúl me dice que le dejara salir que iba a potar, por lo que la situación que está viviendo el taxista es la siguiente:

Un tipo que ha salido de su taxi a toda leche echando hasta la primera papilla en el árbol más cercano al taxi.

Otro, que soy yo, intentando despertar a Imanol mientras me intento disculpar, porque yo no le podía pagar (debido a la perdida de la cartera).

Y el tercero, el más geta de todos, diciendo que no estaba en un taxi si no en un bus.

Claro yo cuando me veo en esta situación me empiezo a poner más nervioso y le empiezo a dar guantazos en la cara a Imanol para que espabile, se despierte, pague y se baje del taxi (porque quería seguir durmiendo dentro del taxi, como era un bus), tras varios zarandeos y guantazos consigo que se despierte un poco y pague, menos mal que al taxista le pareció graciosa la escena y se descojonaba, aunque no entendía nada.

Al día siguiente nos fuimos por la mañana a un mercadito de cosas antiguas (donde Imanol le compró un regalito a Xabi), muy chulo, y luego dimos una vuelta por la ciudad y nos tomamos un chocolatito y vino caliente, que se agradeció mucho. Debido a que teníamos el vuelo a las 7 de la mañana, nos teníamos que levantar a eso de las 4 y media de la mañana, por lo que Raúl y decidimos irnos a casa a dormir, pero Imanol, prefirió irse a cenar y a tomar algo por ahí, menos mal que no fuimos con él, porque apareció a las 5 menos cuarto, justo para despedirse (gesto que le honra) y para ofrecernos de desayuno unos “chupitos” (medio vaso) de limoncello, que rechazamos, pero que él se bebió de un trago (la cara que puso era para verla).

Bueno, antes de salir para el aeropuerto, dirección Bologna, Raúl se quedó encerrado en el baño, por lo que yo ya empecé a pensar que Varsovia nos odiaba y que quería que todo nos saliera mal, menos mal, que consiguió salir después de unos minutos de agonía y que pese al empeño del destino, o de lo que fuera, porque el viaje saliera mal, gracias a Imanol y Ari, fue un viaje que repetiría y que me encantó.

Bueno y esto es todo lo que sucedió en Varsovia, luego fuimos a Bologna y como siempre, me lo pasé genial en esa ciudad, una de las más bonitas de Italia. Ahora mismo estoy intentando buscar destino para pasar la semana santa, por lo que si alguien sabe de algún sitio chulo, que me lo haga saber y nos vamos de viaje a dónde sea, que hay que aprovechar este año.

Besos y abrazos (siento que las historias sean tan largas, nunca me imaginé que pudiera escribir tanto).